jueves, 23 de octubre de 2014

Paseo, castañas, animales y un Tilo centenario

Pues efectivamente.... Vaya, vaya... En Madrid no hay playa, pero hay una sierra estupenda a donde se puede ir a recoger castañas en otoño, a esquiar en invierno, a pasear en primavera y a darte un chapuzón en el río en verano..., ¡No está mal, ¿no?!

Y ahí que nos fuimos este finde pasado. La excusa: una carrera de 9km por un pueblo de la sierra norte en la que querían participar mi marido y 3 compis más de trabajo. El verdadero plan: comida en un asador 4 matrimonios con 2 hijos cada uno, buena carne, buen vino y unos fantásticos columpios en el jardín que ayudaron a que tuviésemos una sobremesa perfecta.



Me encantó todo, incluida la carrera, en la cual no participé, claro....aunque prometí unirme el año que viene ya que parece ser que esto del running me está gustando (9km.... ¡Miedo!)

Descubrí un par de sitios de los que nos gustan: espacio amplios para que los niños jueguen, entorno tranquilo y buenos productos.

El primero de ellos se llama El Machaco, está en La Cabrera. Tiene una terraza jardín anda con mesas  y bancos donde poder comer mientras se disfruta del entorno montañosos y pegado a ese jardín hay otro con columpios (para niños mayores de 3 años), un pequeño gallinero con gallinas, conejos, pavos reales y palomas y un huerto donde el domingo estaban asomando ya unas cuantas calabazas. Ahí estuvimos tomando una cerveza antes de comer y los niños aprovecharon para recoger castañas y nueces como locos.



Para comer fuimos al Asador Roberto, donde es recomendable reservar con antelación. Tienen un pequeño aparcamiento dentro, y justo en la entrada un jardincito con una casa de las típicas de plástico y unos columpios. Comimos genial, por un precio más que bueno y la calidad de la carne y en general de todo extraordinaria.
Como sería la comida que todos decidimos que era buena idea ir a pasear un rato para ver si éramos capaces de hacer la digestión... Como todo tiene truco, de las 4 familias que estábamos ahí, una era La Cabrera, con lo que contábamos con unos fabulosos guías para dar un paseo por la zona. Nos hablaron de un tilo centenario que había por la zona, y nos animamos a conocerlo.... Sin palabras! Un paseo muy fácil para hacer con niños, incluso mi pequeña jirafa de 2 años pudo ir caminando hasta el tilo, de poco más de 1km entre ida y vuelta... Vamos... ¡nada! Y no sabéis lo bonito que fue el camino, de verdad, y a los niños les encantó "entrar" en el Tilo, ya que sus ramas enormes hacían como una cueva en la que tenías que agacharte para entrar, y en la que, una vez dentro, parecía haberte transportado a un mundo de paz y tranquilidad.... Os dejo algunas fotos a ver si así os animáis y quién sabe, igual decidís que este finde es un buen momento para descubrir a este fantástico tilo centenario....


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