miércoles, 29 de octubre de 2014

Esto me deja más tranquila

A menudo tengo la sensación de que me paso buena parte del día regañando, que soy demasiado dura y que les concedo pocos respiros para lo pequeños que son. Intento cambiar al día siguiente pensando que son niños y que no se puede educar cada cinco minutos, que hay que darles un poco más de libertad y justo en medio de ese pensamiento, me topo con esto y respiro aliviada. 
Los bebés recuerdan los buenos momentos. Y quien dice bebés dice un poco más mayores... Es verdad que la otra parte del día me la paso besuqueándoles, tocándoles y cogiéndoles y de momento ellos nunca se han quejado y vuelvo a respirar aliviada.





Nos pasamos la vida procurando que sean felices, que no sufran, que todo a su alrededor sea positivo y, al menos yo, pensando que el día de mañana recuerden su infancia como una etapa enormemente feliz.
Esta ida me ronda constantemente.
Pero a la vez hay que educar, enseñar, no sobreproteger, a veces regañar y otras tantas castigar. "Esto es ser padres", me dice siempre el padre astronauta. Y sí, así que a la larga lista de pensamientos, miedos, incertidumbres, alegrías preocupaciones y más alegrías, se une también esta idea. Que de mayores recuerden su infancia como una etapa tremendamente feliz. Y en esas estamos, tratando de que se equilibre la balanza, que no haga falta casi poner los límites porque los tengan ya aprendidos, e interiorizados, cruzando los dedos para que no sean ciertas las teorías de las crisis de los 2-3-4... años, tratando de que sonrían, canten, bailen, se disfracen, estén agradecidos, se quieran y se sientan queridos.


Vaya post flojo que me está saliendo, pero cuando una está sensiblona lo mejor es soltarlo todo... 
Lo mejor es que mañana es viernes, y a partir de ahí tenemos muchos más momentos para que los astronautas y las jirafas reciban más estímulos positivos.

Ojalá de mayores recuerden momentos como los del cuadro de Sorolla.

¡¡Feliz día!!

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